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Cuando los perros maduran sus capacidades físicas tienden a deteriorarse impactando a su bienestar general. Un problema frecuente es que su cerebro tenga problemas para utilizar la glucosa como fuente de energía a través de su sistema nervioso. Esto puede conllevar a la pérdida de memoria, de su entrenamiento, confusión mental o incluso dificultad en la socialización.
